El Tiempo y Sus Descontentos¿Imaginas los cuerpos después de muertos? ¿Pierdes el sueño en el intento? Acorde al palpitar, de cada en corazón hay olvido, tu propio olvido. Sosteniendo el cielo con tus propias manos, haciendo todo lo posible por vivir. (El miedo a la muerte, se expresa y manifiesta como respuesta a una existencia ahogada, temerosamente ahogada. Inauténtica y volitivamente llena de cárceles, cárceles son nuestras ciudades: cárcel coraza, la prisión de la presión). Hay olvido, tu propio olvido. El peso del cielo en los brazos; tus tristes brazos. Entonando el himno de la negación, alentando el agotar de la estructura que tiene atados los pasos y anegadas las rutas.
MCMLXXXIXMi sombra en llamas, peregrinando el descontento, ahogada de desiertos, perdida desde el comienzo. Una mentira enquistada: la traición nos fue heredada. Cataratas y arrecifes: huracanes que hoy reviven fracturando el pavimento, fundamento de lo incierto que cubre el manantial de las palabras olvidadas en el tiempo. Fracturando el pavimento, fundamento de lo incierto que impide la erosión de todo lo que cae por su propio peso. El daño que ocasiona la tardanza a las mareas, esperamos se diluya, se derrita y caiga al cauce, para así las aguas crezcan y seamos océano. Para así, en función de la estrella en la que hemos depositado nuestra más alta esperanza, gobernemos los golpes con que aturdiremos la tierra, con que azotaremos los palacios: molinos gigantes de estos tiempos. Plantando las semillas de viento entre grietas del asfalto, la colonia de espartacos en fuga escucha atenta, afilando el hierro, vigilando desde el monte, para hoy día sí, después de tanto tiempo, después de tanta espera, cobrarle a la historia los nombres eternos... porque al cosechar el viento, sabemos han de alimentarnos los tornados (del tiempo). Quiero poder sentirme vivo, quiero elegir mi propio destino.